Daniel Caamaño

DANIEL CAAMAÑO

November 2, 1947 – May 06, 2024.

Nacido en Cuba, experimentó un cambio significativo en su niñez debido a un giro violento en su país natal. Esta experiencia temprana inculcó en él una madurez precoz, ayudándole a enfrentar los desafíos con valentía y determinación. Gracias a la fe y la protección divina que acompañaba a su familia, lograron emigrar a Estados Unidos, marcando el inicio de una nueva etapa en su vida.

A los 16 años, tomó la decisión de estudiar en horario nocturno, complementando su educación con el trabajo, demostrando así su incansable ética laboral y compromiso con el progreso familiar. Su familia se asentó en California, donde vivió durante 26 años. Allí culminó sus estudios y dio sus primeros pasos en el mundo empresarial.

Daniel Caamaño y su familia prosperaron notablemente, estableciendo empresas exitosas. Con una visión clara de su futuro, planeó retirarse a los 40 años, con la posibilidad de regresar a Cuba o establecerse en Florida.

SU MINISTERIO

A los 33 años, acepta al Señor Jesucristo, un evento que marcó profundamente su vida y carrera. En 1990, se trasladó a Florida, donde comenzó a servir en el Ministerio de la Fraternidad Internacional de Hombres de Negocios del Evangelio Completo. Su labor en el ministerio se extendió por más de tres décadas, permitiéndole viajar a más de 80 países y expandir su influencia y fe.

Inició su camino en los medios de comunicación en 1992 con segmentos diarios en una estación de radio local. Su participación creció hasta convertirse en un bloque de cuatro horas. Eventualmente, tomó el control de la estación. En 2009, adquirió Almavision junto con su hermano, el Apóstol Juan Bruno Caamaño.

En 2007, comenzó a dirigir el programa “Sin Fe es Imposible Agradar a Dios”, reflejando su compromiso con compartir su fe y conocimiento. En su vida personal, está felizmente casado con la Profeta Addy Caamaño y es padre de siete hijos, formando una familia que comparte y vive los valores de la fe y el amor.

“Sin fe es imposible agradar a Dios“